El futuro no será de nadie, de Óscar de la Borbolla
Me gusta un chingo el estilo de Óscar de la Borbolla. Esa manera de escribir sin diálogos convencionales, de entretejer el diálogo con la descripción de forma que el entramado se sostiene y se distingue claramente cuando habla uno u otro personaje sin necesidad de meter acotaciones, sin la cantinela de “dijo”, “respondió”, “arguyó”, “terció”, etcétera; esa manera de escribir le otorga a la lectura una sensación de intimidad, de entrañabilidad, porque el diálogo, la descripción y las opiniones del narrador se entrañan en el lector y se enriquecen con las propias observaciones de este último, todo es de una naturalidad que, aunque muy extraña al inicio —por poco común—, pronto permite avanzar la lectura aceleradamente....