Hace dos años que publiqué la primera entrada de este blog. A decir verdad estoy un poco sorprendido de que este pequeño proyecto personal siga vivo después de veinticuatro meses. Supongo que dicho desconcierto en parte se debe a que este no es el primer blog que tengo y a que sus antecesores terminaron abandonados invariablemente. Sea como sea he de decir que me siento feliz, tener un sitio propio al que recurrir cuando lo necesito o cuando deseo decir algo me causa una dicha que no soy capaz de plasmar en palabras.

Varias veces me he visto tentado a borrar todo y dar de baja este sitio. Los que me conocen saben que tiendo un poco a ser drástico con mis decisiones, particularmente cuando se trata de prenderle fuego a las cosas. No pocas veces he desaparecido del radar de mis conocidos simplemente porque me apetecía. El Quiróptero Amanuense ha estado a punto de sufrir ese destino al menos en un par de ocasiones.

Por eso es que haber superado la barrera (¡que parecía tan lejana!) de los dos años me parece importante, al menos significativo. Una buena parte de mi personalidad está plasmada entre las líneas que alberga este blog, no podía ser de otra manera.

Y bueno, es necedad apuntar que dos años han traído consigo una oleada de transformaciones a mi vida. En el primer borrador de esta entrada había escrito que me siento idéntico al sujeto que en mayo de 2017 se puso a armar la primera versión de este blog; mas pensándolo bien llegué a la conclusión que es ridículo pensar eso. Basta con prestar un poco de atención para darse cuenta de la inenarrable cantidad de cambios que han ocurrido desde aquellos días. Algo que he notado (y que puede ser pura fantasía) es que escribo mucho mejor. Vale, quizás sobra el “mucho”, pero de que escribo mejor, lo hago. Ya no me lío tanto con las frases, que cada vez surgen de manera más fluida. Si bien continúo peleando con el manido síndrome de “la página en blanco”, cada vez me resulta más simple superar ese pequeño escalón.

Y vale, todo esto viene a cuento nada más porque quería compartirlo con ustedes, lectores anónimos (algunos no tanto) que de alguna u otra manera me han impulsado a seguir escribiendo. Un saludo a todos mis amigos, que se aguantan el spam cada vez que publico algo. Se les quiere por ello.

Feliz cumpleaños.