Black Mirror me gusta. Sin más. No es mi serie favorita (véase Vikings), aunque sí es de las que más disfruto. Hace unos días se estrenó algo a todas luces innovador: un capítulo interactivo. ¿Cómo así? Pues eso, como si de un videojuego se tratara uno tiene la posibilidad de elegir diferentes caminos y de esta forma llevar a nuestro personaje a uno u otro desenlace. Esto es novedoso en las series, no así en los videojuegos y mucho menos en los libros. Recientemente vi (¿jugué?) este capítulo y me pareció entretenido. Poco más.

Creo que es evidente que el punto fuerte de Black Mirror no es la ciencia ficción. Ese aspecto de la serie es muy básico, en realidad. Son los cuestionamientos que se hace el espectador tras ver un capítulo de la serie la verdadera piedra angular de Black Mirror.

Black Mirror nos asedia con duras preguntas acerca de la privacidad, la posición social, la guerra, la venganza, los regímenes totalitarios, entre otros temas; interrogantes que de verdad nos hacen detenernos un momento y replantearnos muchas de nuestras ideas preconcebidas.

Eso es lo que me gusta de Black Mirror. Su capacidad manifiesta, sello de la serie, para lograr que el espectador se siente un momento a reflexionar sobre lo que acaba de ver. Pocas series logran eso.

Pues bien, Bandersnatch carece de esa característica. Bandersnatch es Black Mirror en el tema y en la estética, pero no en la ejecución. Se queda muy, pero muy corto. Por supuesto la parte técnica es innovadora y como obra pionera en el formato que presenta me parece muy bien lograda. El gran problema es que forma parte de Black Mirror y esta serie me tenía acostumbrado a un nivel más elevado en sus historias.

La evolución de los personajes, sus arcos argumentales, son una delicia en los capítulos regulares de la serie. Me viene a la mente por ejemplo el protagonista de Shut Up and Dance (cuyo nombre no recuerdo). Tanto en guion como en entrega por parte del actor la transformación de ese personaje es fabulosa, simplemente magistral. Buenas actuaciones y personajes interesantes son un patrón en la serie. Hay capítulos que son fantásticos en este sentido: The Entire History of You, White Bear, White Christmas, Nosedive, Shut Up and Dance, USS Callister y Metalhead son los que en mi opinión representan lo que es Black Mirror.

Bandersnatch tiene una trama sencilla, pero efectiva. Sus personajes son interesantes, es una lástima que no los desarrollaran como merecían. Me habría gustado ver más de Colin Ritman, por ejemplo. Ya ni siquiera de los personajes secundarios, el mismo Stefan es un personaje incompleto. La evolución de su psicosis no es del todo creíble ni clara, sus intenciones parecen en la mayoría de las escenas meros esbozos y la relación con su padre apenas queda establecida.

Y no es cosa de los actores, tampoco. Black Mirror suele tener muy buen casting, le dan al clavo siempre. Es cuestión de guion. Se entiende, por otra parte, que un proyecto tan ambicioso (y más tomando en cuenta que es pionero) quedara incompleto. Sin embargo, esta justificación me deja con la boca seca. A fin de cuentas es Black Mirror y sabemos que pueden hacerlo mejor, lo han demostrado en el pasado.

Y es que realmente Bandersnatch tiene elementos muy interesantes: la cuestión sobre el libre albedrío es la más fuerte de todas. ¿Acaso somos realmente libres? ¿Qué tan condicionados estamos por nuestro entorno y el contacto con otros? No estamos hablando ya de que Netflix nos controle, sino de una interrogante básica en la historia de la humanidad y para la que, creo, no habrá nunca respuesta satisfactoria.

Si no queremos ponernos muy filosóficos también tenemos más elementos que podrían haber resultado más llamativos de haber sido desarrollados de una mejor manera. Por ejemplo, la relación de Stefan con su padre. El resentimiento del hijo, que culpa al progenitor de la muerte de su madre. El enorme trauma que le supone a Stefan pensar que su madre perdió el tren porque él se entretuvo a buscar a Conejo.

Vamos, es que pienso en eso y me impacta. Mas el capítulo no sabe aprovecharlo y prefiere relegar esto a segundo plano.

¿Estoy decepcionado? Por supuesto que no, al menos no en el sentido de rasgarme las vestiduras clamando a los cuatro vientos que Bandersnatch no debió existir. Me siento frío, esperaba ver más de los personajes, más de sus motivaciones, sus miedos, su humanidad. En lugar de eso tuve que tomar algunas decisiones que simplemente no aportaron nada al desarrollo de la historia.

En fin, me complace ver innovación en el mercado de entretenimiento por streaming. La duda que me queda es si Black Mirror comenzará a apostar más por lo efectivo y menos por las preguntas verdaderamente interesantes. Espero que no. No me apetece que Black Mirror se convierta en uno de sus capítulos.


Esta entrada fue motivada en parte por esta otra. Pasen al blog de Javipas, es una delicia.